martes, 3 de junio de 2008

SOPHIE SCHOLL: LOS ÚLTIMOS DÍAS [Sophie Scholl: Die letzten Tage] de Marc Rothemund (2005) Alemania


UNA HEROÍNA EN EL OLVIDO

Julio C. Piñeiro

El cine alemán volvió a conmovernos en 2005 con un nuevo ejercicio de revisionismo autocrítico con la enésima obra ambientado en la etapa más oscura de la historia de su país. Ya un año antes Oliver Hirschbiegel había creado una gran controversia con 'El Hundimiento', obra en la que trazaba un complejo y desconocido retrato de Adolf Hitler (encarnado brillantemente por el magnífico Bruno Ganz) durante sus últimos días de vida (antes de su suicidio el 30 de abril de 1945). En esta ocasión ‘Sophie Scholl: Los últimos días’ , de Marc Rothemund, nos narra la historia de un grupo de jóvenes idealistas universitarios y su lucha contra el régimen nacionalsocialista. El autor focaliza su analítica mirada en la figura de Sophie Magdalena Scholl, la más joven y única mujer del grupo, detenida, junto a su hermano Hans, el 18 de febrero de 1943 mientras distribuían panfletos en la universidad de Münich.

A pesar de que ‘Sophie Scholl: Los últimos días’ pueda compartir ciertas similitudes con célebres historias como la archiconocida de Anna Frank (de hecho también Scholl es un conocido personaje histórico símbolo de la inocencia y la libertad) nos hallamos en esta ocasión ante un relato que va más allá de la mera supervivencia y atestigua una lucha activa en favor de la defensa de unos ideales. Digna de elogio es, sin duda, la excelente interpretación de la actriz protagonista, Julia Jentsch, que obtuvo gracias a este papel, entre otros reconocimientos, el Oso de Plata del Festival Internacional de Cine de Berlín y el Premio de la Academia Europea. La joven actriz brilla especialmente en las intensas escenas en las que Julia se ve sometida a los durísimos interrogatorios del oficial de la Gestapo (Robert Mohr). Con un gran temple y determinación, la joven se mostrará en todo momento reacia a proporcionar información acerca de la Rosa Blanca, la organización clandestina de resistencia al régimen a la que pertenecen tanto ella como su hermano.

Scholl sabe exteriorizar de un modo admirable los fantasmas interiores de una joven a la que han arrebatado no sólo su libertad sino también su inocencia. Una adolescente que sufre un violento proceso de maduración, obligada por las terribles circunstancias, una muchacha víctima de un mundo de unos adultos que juegan a hacer la guerra. Por otra parte, Robert Mohr encarna la imagen de un ciudadano alemán nacido en la miseria de la posguerra, a quien el nazismo ha dado la oportunidad no sólo de salir de la pobreza, sino también de dejar de ser un ser anónimo y desdichado, a pesar de tener que pagar el precio de convertirse en un títere voluble y despreciable. Sin embargo, el personaje de Mohr conserva atisbos de humanidad y, visiblemente sorprendido por la enorme valentía de la joven, ofrecerá a Julia una única opción de escapatoria a cambio de delatar a los otros miembros de la Rosa Blanca...



Julio Piñeiro Sabarís

Roma (Lazio) - Italia

kgb_skorpio@hotmail.com

1 comentario:

María Crespo Burgueño dijo...

Tengo ganas de ver esa película y después de leer la crítica, me habéis convencido.