viernes, 2 de julio de 2010

¿QUÉ FUE DE BABY JANE? - What ever happened to Baby Jane (1962) de Robert Aldrich


EL FIN DE LA UTOPÍA

Maximiliano Curcio

¿Qué fue de Baby Jane? es como film un ejercicio en el terror psicológico que trasciende en su mirada tan gótico como perturbador. Robert Aldrich, un verdadero gran cineasta, de cuya autoría se recuerdan títulos como Doce del Patíbulo (1967), The Big Knife (1955), Veracruz (1954) y Sodoma y Gomorra (1962), une a dos autenticas reinas de la pantalla hollywoodense de la época dorada de los ‘40: Bette Davis y Joan Crawford. Ahora en la madurez de sus carreras, ambas se sacan chispas en un duelo protagónico que quedo en la historia del cine convirtiendo al film en un clásico de culto del terror, en una apuesta con un desarrollo inteligente en su concepción, audaz en su puesta en escena y aun mejor en su interpretación.
El film deja ver su postura sobre la locura, una ausencia de razón que emerge cuando la realidad se impone a nuestros sueños de gloria. Que fue de Baby Jane? también es una transición desde el punto de vista estético: es el ingreso al colorido y al cinemascope. Mostrando la cara tan inhumana y resentida de sus protagonistas, es un juego de introspección en relación a los limites de la fama y el triunfo personal, tan perverso como competitivo el mismo, escribiendo otras de las páginas mas abordadas de Hollywood, como lo fuera en un tono mas noir El Crepúsculo de los Dioses.


Es un intento de resucitar el drama de las actrices otrora intocables en el ocaso de sus vidas como una fórmula repetida, la trama funciona gracias a un relato complejo en donde dos hermanas-actrices viven de los recuerdos y se enfrentan no solo al olvido inapelable que impone el paso del tiempo, sino también a los demonios de una convivencia erizada de dificultades, llegando a situaciones de extrema crueldad en medio de sus delirios de grandeza. La madura interpretación de las dos actrices principales es admirable, los monólogos y actuaciones que rayan el patetismo tanto de Bette Davis como de Joan Crawford y suma intensidad a la química entre ambas el rumor que se cuenta que verdaderamente se odiaban. Reflexiona sobre lo que hoy llamaríamos "las viejas glorias", personas que pasado su tiempo de gloria viven su realidad particular donde niegan el paso del tiempo, donde no admiten que la vida continué sin ellas, cuyo ejemplo mas ejemplar sea la cínica visión sobre los trastornos y los excesos del efímero mundo de la fama mencionada en Billy Wilder, continuada años después en menor medida por Fédora (1978).
Como materia de contenido, encontramos una visión comprometida que habla de temas como la vejez, la envidia, el amor, la locura, el desamor, el existencialismo para convertirse en una reflexión sobre el propio ser humano y su condición de tal. Robert Aldrich se vale de una puesta en escena depurada y muy trabajada para utilizar cada elemento a su alcance para recrear la historia de forma atrapante transmitiendo los sentimientos de terror psicológico que priman en el relato.
En cuanto a los rubros técnicos encontramos una correcta administración de dichos recursos para la puesta en escena: la música aporta melodías disonantes e inquietantes, la fotografía usa primeros planos en sus más variados enfoques, movimientos de cámara en busca de objetos a destacar, encuadres torcidos e invertidos y de cámara subjetiva, en un accionar constante que resulta muy expresivo y perturbador. De inconfundible herencia expresionista a la hora de querer adentrarse – reflejar- la intrincada patología que padecen estos dos personajes tan enfermizos. Consigue entonces, complementarse con la narración que de forma fascinante juega con el humor negro, lo macabro, lo cruel, lo áspero, lo denso e insólito de las conductas humanas en estados de extrema alteración. Así, el odio, los celos y la venganza se contraponen a la relación fraternal y la fama se viste de engañosas apariencias y generan odios encarnizados que envuelven una atmósfera teñida de incomodidades.

La personalidad de ambas acusa fragilidades, desequilibrios emocionales y tendencias enfermizas sadomasoquistas. Mientras una de ellas representa las obsesiones infantiles que la anclaron en el tiempo, la otra es una rara mezcla de equilibrio, cordura, fortaleza y resignación. Es, en fin, al cabo de mas de dos cautivantes horas, una cruda y atormentada reflexión sobre el éxito personal y la realización profesional llevado al paroxismo en una relación entre hermanas tan enfermiza como trágica.

1 comentario:

john mcclane dijo...

Un peliculón que como dices tu, no hace más que reflejar la pésima relación que tenian en la vida real la pareja de protagonistas (de hecho hay una serie de anécdotas con respecto al tumultuoso proceso de filmación).

Saludos.