CUANDO MUERE EL HOMBRE,
NACE LA LEYENDA
Eloy Domínguez Serén
Lamento que Steven Soderbergh no haya logrado realizar el film que se había propuesto. Lo siento, porque yo sí creo en la honestidad del director de Traffic (2000) por conocer a un hombre banalizado como una brand que adorna banderas y camisetas. Prueba de ello es la fidelidad del guión de Che. Guerrila con el Diario del Che en Bolivia, escrito por el propio Ernesto Guevara durante su campaña boliviana.
Creo, del mismo modo, en el modus operandi empleado en la realización de este proyecto, acertadamente definido por Manuel Yánez Murillo como “cine de guerrilla”: inmersión en la selva cámara al hombro, sonido en directo, fotografía baja en saturación, montaje sucio y, en ocasiones, confuso... Son decisiones arriesgadas, que ponen a prueba la tolerancia del espectador. Pero, según mi punto de vista, son el mejor modo de reflejar la crudeza de aquella campaña aciaga.
Gran parte de la cinta retrata el agónico día a día de una empresa estigmatizada por la austeridad, el hambre, las dudas, la escisiones, las deserciones y falta de apoyos; la desconfianza, la desesperación y, sobre todo, el desasosiego por la constante amenaza del ejército boliviano.
Creo también en la humanización de Ernesto Guevara, encarnado con verdad por Benicio del Toro. El Che de Soderbergh es, fiel el mito, un hombre justo, obstinado, estricto, valiente, osado. Pero también es un personaje en declive, enfermo, confuso y cuestionado, sobre el que recae la duda y el rechazado por ser “un extranjero”.
Sin embargo, aunque creo con firmeza en la naturaleza del proyecto, no puedo creer es sus resultados. El retrato de las desventuras de la guerrilla resulta, gran parte del tiempo, monótono y carente de fuerza dramática. Tampoco el modo en que las unidades del Che son constantemente diezmadas con saña por el ejército transmite la frustración y desesperación de quien vive el acecho de la muerte. Este aspecto está, sin embargo, bien representado en la batalla final en la quebrada del Yuro. Por otra parte, no estoy en absoluto de acuerdo con el plano subjetivo con el que Soderbergh nos muestra la ejecución del revolucionario. Es más, me parece muy imprudente.
En cambio, aunque con algunos peros, sí apruebo la escena del epílogo final, una crítica partidista, pero veraz, en la que se incide en varias ocasiones en la película. ¿Sentimentaloide y efectista? Sí. ¿Cruda y real? También.
TITULO Che: Guerrilla
PAÍS España, EE UU
DIRECTOR Steven Soderbergh
GUIÓN Peter Buchman, Benjamin van der Veen. Basado en ‘Diario del Che en Bolivia’
MÚSICA Alberto Iglesias
FOTOGRAFÍA Steven Soderbergh
REPARTO Benicio del Toro, Franka Potente, Benjamin Bratt, Óscar Jaenada, Rodrigo Santoro, Carlos Bardem, Matt Damon, Joaquim de Almeida, Eduard Fernández, Jordi Mollá
DURACIÓN 131 min
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