.......EL EFECTO RASHOMON
Julio C. Piñeiro
V. Efecto mixto: historias cruzadas & desorden temporal.
Pulp fiction, dirigida por Tarantino en 1994, vencedora de la Palma de Oro de Cannes, sea quizás la película con la mayor revolución en la línea narrativa, junto a Rashomon y Memento. Las historias que contiene, además de mezclarse, van adelante y atrás. El film comienza y finaliza en el mismo punto, situado en el medio de la linea temporal, después de haber visto todo lo que sucede antes y después. Las distintas tramas tienen eventos en común, pero en este caso el director se toma la licencia de tener total libertad en la ordenación de los eventos.
Si bien la historia de John Travolta con Uma Thurman y la de Bruce Willis se desenvuelven en un sentido más bien lineal, aquella más grande, la de Travolta y Samuel L. Jackson, se cuenta, vuelve, se mezcla con las otras y al final, acaba en la misma cafetería del inicio. Pero vemos también a Willis en el bar donde Travolta y Jackson aparecen con unas ropas ridículas, embarazoso evento cuyo origen es relatado más tarde en el episodio de Mr. Wolf (inmortalizado por el mítico Harvey Keitel). Y la presencia de Travolta en el baño de la casa de Willis cuando este regresa para coger el reloj de oro de su padre (cuya particular historia es contada al inicio de éste episodio con el mítico monólogo de Christopher Walken), y Willis, en reacción al sobresalto que le viene cuando lo descubre, se lo carga.
La presente obra, además de todas las citaciones y la trasformación de géneros (en este caso el noir) tan típicas de Tarantino, se caracteriza por el control total del tiempo narrativo. Se puede decir que el efecto Rashomon se traslada en este film del punto de vista al tiempo.
El estilo de Tarantino fue muy imitado en los años siguientes a esta obra maestra, y sigue imitándose a día de hoy. Definitivamente, este enfant terrible ha creado escuela. Notamos su influencia en la obra del más que interesante Guy Ritchie, autor de Lock & Stock (1998) y Snatch: cerdos y diamantes (1998), films que enseguida nos recordarán a Pulp Fiction. O en el más reciente Edgar Wright, responsable de las hilarantes Zombies party y Arma fatal (y director invitado en Grindhouse), que a su modo británico y provinciano, ha dado la vuelta, con grandes dosis de humor y acción, a (sub)géneros como el de zombies o el thriller policíaco de acción.
El efecto Rashomon, que tantos espectadores atribuyen a Tarantino, tiene un gran uso y vigencia en la actualidad, sobre todo con la revolución digital del audiovisual: series de TV, videoclips, spots publicitarios, etc. Pero debemos recordar a su auténtico padre, aquel que, todavía por 1950, realizó una obra maestra que nos seguirá calando a todos para siempre.
Los dos últimos capítulos versarán sobre un nivel superior de discontinuidad interna de la narración: la coexistencia y dislocación de diferentes universos narrativos dentro de la misma película.
4 comentarios:
Son interesantes estas entradas sobre el efecto Rashomon, haber como se dan las siguientes ;)
Otra cosa, aunque creo que la incluirás en alguna de las dos entradas que quedan, ¿Mulholland Drive no tiene cierto efecto Rashomon? La película realiza cambios de planos a gusto del director, y hay ciertos interrogantes que derivan en diferentes interpretaciones de la misma.
Saludos, W.
Eureka, mi querido Waipy, te has adelantado.
Precisamente de Mulholland y de Carretera Perdida tratará la octava y última entrada. La siguiente, séptima y penúltima, funciona como una especie de introducción a la última entrada, y habla sobre el efecto Rashomon en el cine de Buñuel.
El último capítulo está divido en dos partes ya que en él se tratará una dimensión conceptual del efecto Rashomon más compleja, presente, entre otros, y cada uno a su manera, en Buñuel y Lynch.
Lo espero con ansia :D
Saludos, W.
Mi película favorita.
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