UNA MALA PELÍCULA
SOBRE CÓMO HACER
UNA MALA PELÍCULA
Eloy Domínguez Serén
En una de las primeras secuencias de Algo pasa en Hollywood, un productor esclavizado por el móvil y el reloj (Robert De Niro) rechaza un guión protagonizado por un florista, asegurando a su autor que esa historia “no es una película”. Hacia el final del film, y sin haber leído una sola palabra de la trama, el productor cambia súbitamente de opinión tras escuchar la palabra mágica: estrella.
El Hollywood retratado en esta cinta es un sofocante enjambre en el que las abejas obreras lamen el aguijón a una reina llamada star, cuya función consiste en arrastrar a toda la colmena a un turbio panal dorado donde serán exprimidas hasta colmar la despensa del insaciable apicultor.
Que la meca del cine es un nido de serpientes no es ninguna novedad. De hecho, absolutamente nada en esta cinta lo es. Y a pesar de todo, Algo pasa en Hollywood es un producto tan seguro como astuto, aunque el experimentado e irregular Barry Levison se mofe de la industria cinematográfica norteamericana al completo (él incluido) haciendo una mala película sobre cómo hacer una mala película. A eso lo llamo yo predicar con el ejemplo.
¿Por qué digo entonces que es un producto seguro y astuto? Porque, a pesar de morder tímidamente la mano que le da de comer, a pesar de beneficiarse de aquello que trata de ridiculizar, a pesar de constituir una cadena mal engrasada de tópicos y clichés, a pesar de su ligereza y a pesar de su aportación nula al llamado metacine, todo aquél que haya participado en esta floja farsa se va a forrar. De eso se trata, ¿no es así? ¿Y por qué se van a forrar? Porque en el póster de la película, alrededor del rostro fatigado de Robert De Niro, emergen algunas palabras mágicas: Sean Penn, Bruce Willis, Robin Wright Penn, John Turturro, Kristen Stewart… Y la magia, como todos sabemos, puede hacer que un ladrillo brille como un esplendoroso diamante de veinticuatro quilates.
De todos modos, no olvidemos que magia es sinónimo de ilusión y engaño, y, en esta cinta, ni el propio Houdini en persona sería quién de extraer destello alguno de la chistera apagada de un Robert De Niro cuyo personaje es una triste sombra de Monroe Stahr, el productor que el neoyorkino había encarnado en El último magnate, testamento fílmico de Elia Kazan.
Algo pasa en Hollywood se ríe de todo y de todos, incluso de sus propias posibilidades, y este pitorreo contagia también a un insólito Bruce Willis que no duda en burlarse de sí mismo en los que son, sin duda, los mejores momentos de la película.
Título: Algo pasa en HollywoodTítulo original: What just happenedDirección: Barry LevinsonPaís: Estados UnidosDuración: 104 min.Género: Drama, ComediaGuión: Art LinsonReparto: Robert De Niro, Sean Penn, Bruce Willis, John Turturro, Robin Wright PennFotografía: Stéphane FontaineMúsica: Marcelo ZarvosMontaje: Hank Corwin
3 comentarios:
Qué lío
Es la peor película jamás rodada, en la historia de las peores películas jamás rodadas!
No me explico como demonios (la crisis es muy mala) han convencido a actores como la copa de un pino como Sean Penn, Bruce Willis y De Niro para participar en esta chapuza de film.
Me pagan y no voy a verla, mira lo que te digo!
Puedes ver esta película o pillarte los güevos con una puerta, básicamente la sensación es la misma, con la ventaja de que con la puerta ahorras dinero...
Publicar un comentario