lunes, 23 de febrero de 2009

OSCAR 2009: MEJOR PELÍCULA


ESTABA ESCRITO
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Julio C. Piñeiro
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La pregunta de los millones. ¿Qué ha llevado a Slumdog Millionaire a arrasar en los Oscar y a convertirse, sin lugar a dudas, en la película del año?:

A. Danny Boyle. Estaba escrito que, tarde o temprano, el cineasta británico realizaría su 'otra' obra cumbre, que pasase a la estantería de las mejores obras del cine contemporáneo al igual que la inmortal Trainspotting. Tras grandes decepciones como La playa o Millones, y la interesante, aunque para nada imprescindible 28 días después, todos pensábamos que Boyle había sido flor de un día, que se había encontrado un buen guión con un cásting adecuado en el momento oportuno. La reciente Sunshine, fallida epopeya de ciencia-ficción con malogradas reminiscencias tarkovskianas, no hizo más que confirmar nuestros desasosegantes presagios. Pero el tiempo acaba poniendo a cada uno en su sitio, y Boyle no desperdició la gran oportunidad que se le presentó con este original aunque arriesgado producto. Podría haber sido su última oportunidad, su descenso a los infiernos, pero en cambio su tenacidad lo ha catapultado al olimpo de lo grandes realizadores contemporáneos. Cambiando un poco aquello que dijo mi querido Manquiña hace ya algún tiempo, ''el talento es el talento''.

B. Jamal Malik. Uno de esos personajes que ya no quedan, o que se dejan ver muy poco. Un self-made man de los suburbios, un mosquetero de la supervivencia, en un difícil escenario como la milenaria Bombay sumergida en lo cambios radicales y repentinos de la revolución urbana y tecnológica. Todas las penurias por las que pasa a lo largo de su joven vida no hacen más que volverlo tenaz, hacerle luchar por lo que quiere, otorgarle la sabiduría necesaria para sobrevivir (y ganar el concurso) y para aprender por sí mismo unos valores, contrapuestos a la infamia de su violento entorno. Un inesperado héroe, que precisamente por inesperado es acusado de villano cuando lo detienen por presunto fraude.
El joven y desconocido Dev Patel ha conseguido una actuación más que lograda, de esas que muchos cachorros del star system ya quisieran para sí. Igualmente para el resto del acertado casting, que nunca hubiese tenido un resultado igual con actores hollywoodienses. Destacan también el caínico Salim (Madhur Mittal), cruz de la moneda de la buena virtud, el cínico presentador del concurso (Anil Kapoor), figura del nuevo rico que tiembla con la idea de ser superado, o el 'tercer mosquetero', Latika (Freida Pinto), objeto del deseo (en forma de amor verdadero) del protagonista, y objetivo final de todas sus acciones.

C. Un excelente guión de Simon Beaufoy, basado en la novela de Vikas Swarup, aderezado con un genial montaje paralelo, a tres bandas. Tiene la gran cualidad de mostrarnos toda la miseria, desigualdad y violencia de los bajos fondos de la India sin caer en el morbo, el pesimismo gratuito, la lágrima fácil y la pretensión de culpa de los que muchas veces peca el cine considerado 'social'. También merece mención el modo en que nos van comunicando que, después de todo, no son los millones lo que más importa en el corazón de Jamal. El montaje, gran fuerte del film, le imprime un ritmo bastante rápido y fluído, con sutiles altibajos, y con el logrado paralismo crea una tensión que se acrecenta hasta culminar en el clímax, el momento de la última pregunta del concurso, con toda India expectante de la respuesta.
Asimismo, una buena fotografía, que junto al montaje logra una estética contemporánea y videoclipera sin abandonar por ello una narración coherente y eficaz. Y una original, oportuna y no especialmente barroca banda sonora, que no cae en la conocidísma cursilería bollywoodiana que tantos temían antes de ver el film. La secuencia musical se la guardan para los créditos, como obligado homenaje. Además si entendemos la cursilería como estetización de la alegría, entonces la secuencia sí que viene a cuento, por que tanto los protagonistas como los espectadores estamos en ese momento gozando de un happy end más justificado que nunca.

D. Parafraseando al propio film, estaba escrito, y punto.

Al contrario que en ¿Quiere ser millonario?, aquí todas las respuestas son válidas. Esta vez, la Academia no se ha equivocado y ha 'galardonado' en consecuencia. Felicidades, Danny Boyle.

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