domingo, 8 de noviembre de 2009

CINEUROPA 2009 - FROZEN RIVER / RÍO HELADO / RÍO CONGELADO (2008) de Courtney Hunt


FRATERNIDAD BAJO CERO

Julio C. Piñeiro


Esta modesta propuesta es toda una agradable sorpresa, de estas que siempre hacen falta y son bien recibidas cuando llegan. Si bien de primeras nos 'engaña', haciéndonos creer que no estamos en el cine sino delante de un televisor a la hora de la sobremesa.
Vale, de primeras parece tener todos esos tópicos de los telefilms rancios y repetitivos que rellenan las parrillas de programación. Pero partiendo de ese punto, la cineasta elabora una historia diferente, que nos llega adentro, desde la honestidad y sin ningún tipo de sensacionalismo.
Podemos diferenciar tres tipos de drama que se van alternando y superponiendo a lo largo del metraje, en un orden significativo y bastante acertado: el familiar, la precariedad económica y su superación, y la tolerancia racial.
El film adquiere una atmósfera de thriller en ciertas secuencias, que le dan ese necesario toque de intensidad y ayudan a que la narración avance, aunque nunca se abusa de estos recursos, en cantidad ni intensidad, sino que precisamente de su sencillez hacen virtud y así conservan el espíritu independiente de la película.

La estructura lineal dentro en un espacio temporal breve, en la que la línea factual de la historia no va mucho más allá de lo que se cuenta en el metraje, está perfectamente complementada por una hábil elipsis, tanto del antes como del después. De esta manera, la trama se constituye como un rito transitorio entre una situación inestable y una estabilidad atropellada, pero suficiente.
La interracial pareja protagonista está espléndida, complementándose mutuamente en sus fortalezas, debilidades y fantasmas internos. En especial Melissa Leo, nominada al Oscar por su espléndida recreación de una mujer y madre lastrada por los continuos golpes de la vida y que, cerca de la desesperación, lo es capaz de todo, o casi todo.
Así llegamos hasta la consecuencia, el efecto final, que es el nacimiento de una tolerancia y una fraternidad entre etnias, entre familias y entre mujeres, más por necesidad mutua que por voluntad propia, pero que ahí llegó para quedarse, en un escenario frío y helado en el que el propio hielo tiene un significados especial, ya sea como accidente climático que facilita la entrada a la dudosa tierra prometida, a la par que fuente de ingresos necesaria para gente azotada por la precariedad, o como excusa para utilizar lo poco que nos queda de aquel que nos ha abandonado, pensando que algún día volverá y se redimirá.





1 comentario:

Isabel dijo...

Me perdí Frozen River... :(
pero hoy voy a ver Youth without Youth... a ver qué tal. Porque aunque el mundo real no quedó muy contento con Tetro, a mi me gustó bastante.

Pues a Kar-Wai lo descubrí con 2046. La vi por casualidad, había una copia perdida y algo esquiva en mi videoclub de confianza. Y lo cierto es que me embriagó, embargó... un poco de todo. Me parece que cuenta historias preciosas, sencillas y con una estética casi inmejorable. Y lo digo desde la completa ignoracia técnica.

Por cierto, muy interesante vuestro blog (no sé si ya lo había comentado).