viernes, 6 de agosto de 2010

Series de TV - Llega RUBICON


EL AZAR COMO TAPADERA

Julio C. Piñeiro


Con la HBO centrando sus mayores esfuerzos en las miniseries (a la espera de la prometedora Boardwalk Empire) y la Showtime manteniendo frescos, como puede, conceptos, que pasado el tiempo, ya no resultan tan atractivos, la AMC ha escogido el momento ideal para completar la que sería su triple corona, a apenas tres semanas de unos Emma en los que sus grandes joyas, Mad Men y Breaking Bad, parten como favoritas en las principales categorías. El trono de la ficción en la televisión por cable está en juego.

Si buscáis pilotos sorprendentes, ritmos frenéticos, cliffhangers sistemáticos y giros bien calculados, seguid a lo vuestro. Puede que cueste entrarle a Rubicon, pero la verdad, el mecanismo es bastante simple en cuanto logramos inmiscuirnos en la mente del protagonista, y ver la cotidianidad y la aparente normalidad de los acontecimientos no como una rutina asfixiante, sino como un trasfondo donde la intriga está en los pequeños detalles, escondidos en la más banales pequeñeces, y muchas veces no nos damos cuenta aunque la tengamos ante nuestras propias narices.

Situada la acción en un entorno profesional reconocible pero no archiconocido como es un think tank poco corriente, que más bien parece una central de inteligencia freelance, nuestro protagonista, el analista Will Travers, no termina de creer que su jefe y suegro haya podido morir en un fortuito accidente de tren. Pero el gusto de ambos por los acertijos, los crucigramas, el ajedrez o elementos tan clásicos de superstición como el trébol de cuatro hojas o el número 13 llevan a rápidamente a Will a pensar que la muerte de su jefe no ha sido, en ningún caso, por casualidad, y que éste le dejó, de manera implícita, importantes pistas antes de morir.

Así, empieza por su cuenta una investigación donde ninguno de los que podrían saber algo sueltan prenda fácilmente. Pero tanto él, como el espectador, a través de una narrativa hábilmente cómplice, sólo remarcado lo justo, se dan cuenta de que se ha metido en una camisa de once varas, y que el enemigo puede estar mucho más en casa de lo que él piensa. De esta manera, los diferentes casos de los que se tiene que encargar, en su nuevo puesto de trabajo, ocupando el sitio de su suegro, funcionan poco más que como una distracción de la conspiración que se está realmente montando.

Lógica y necesariamente, el relato se compone de otras tramas, más o menos secundarias respecto a la principal, pero que en cualquier caso, son complementarias en mayor o menor medida. Desde el inexplicable y repentino suicidio de un magnate, también con elementos supersticiosos de por medio, o el turbulento pasado del protagonista (hacia el que tarde o temprano confluirá la trama principal), hasta las tensiones crecientes en el puesto de trabajo, o la incipiente TSNR entre Will y su compañera Maggie, que seguramente contará con un interesante doble filo.

Van dos capítulos, con el tercero emitiéndose este domingo, justo una hora antes de la nueva entrega de Mad Men. Puede que no sea una serie que entre a todo el mundo, y sus interesantes premisas de arranque, con una fórmula serial muy marcada, pueden no bastar por sí solas para más de una temporada, pero conservemos la esperanza de tener, por fin, un argumento serias de conspiración serio y verosímil, que no sea, como hasta ahora en muchos casos, un pretexto para justificar lo injustificable, enlazar el tocino con la velocidad y alargar el chicle de interesantes planteamientos iniciales. No hace falta que mencione títulos concretos, ¿o sí?

Ver ficha

3 comentarios:

Isabel dijo...

Mmm, vi el primer capítulo hace algún tiempo y la verdad es que me resultó un poco forzada la trama.
En todo caso siempre hay que dar un margen de 3 ó 4 capítulos ¿no?.

Julio C. Piñeiro dijo...

Yo vi los dos primeros, y ya me entró el gusanillo.

A veces hay que renunciar a un inicio espectacular para ir introduciendo la intriga poco a poco, como creo que va a pasar aquí.

Isabel dijo...

Habrá que continuar entonces :) aunque también estoy ahora poniéndome al día con United States of Tara.