miércoles, 28 de octubre de 2009

SEMINCI 2009 - SEPTIEMBRE DEL '75 (2009) de Adolfo Dufour




HOMENAJE A UNA LUCHA INCANSABLE

Julio C. Piñeiro

La sección documental de la SEMINCI, Tiempo de Historia, se ha constituido siempre como un atril donde puedan expresar su voz los olvidados, aquellos que nunca coparán la actualidad informativa aunque sus causas claramente lo merezcan.

Éste es el caso de la familia Baena y, en concreto, de Flor Baena, hermana de uno de los cinco últimos ejecutados por el régimen franquista, el vigués militante del FRAP Xosé Humberto Baena. La lucha incansable de Flor Baena y su familia por limpiar el nombre de su hermano todavía continua, pese a esa Ley de Memoria Histórica que no es más que un quimérico e insuficiente remendón a esa verdad a medias que fue la Transición, cuya principal premisa fue hacer del olvido una virtud. Esa es la principal razón de ser del documental denunciante y reivindicativo Septiembre del '75, cuyo director, Adolfo Dufour, equiparó a Flor Baena con las sí célebres madres de la Plaza de Mayo.

Pronto se puede apreciar un arduo y minucioso trabajo de investigación, que se hace ver mediante la inserción de documentos oficiales, periódicos, cartas, etc. Con todo ello, el documental arroja una luz impecable sobre aquello que todos saben pero pocos se han atrevido a profundizar y mucho menos a relatar: las cinco últimas condenas a muerte del franquismo, que fueron a parar a tres miembros del FRAP y dos de ETA, se decidieron literalmente a dedo, ya el número de condenas, como sus destinatarios, como necesarios (para el régimen que daba sus últimos coletazos) chivos expiatorios ante la avalancha de violencia, recíproca, existente durante esos meses, que acabó con la muerte de tres miembros de los cuerpos de seguridad del Estado.

Parafraseando a Esquilo, la violencia es el germen del mal. He aquí la idea controladora del documental. Trata tres niveles de violencia progresivamente y consecuentemente engendrados: la violencia represiva del Estado ante cualquier movimiento reivindicativo o insurgente, la violencia con la que contesta el FRAP cuando toma la controvertida decisión de pasarse a la lucha armada, y finalmente, la pena de muerte, no sólo en este caso concreto sino en cualquier tiempo y lugar.

A partir de testimonios que nos ponen la piel de gallina, cuyos relatores parecen haber vivido el día anterior, nos describen las aberraciones de ese Consejo de Guerra Sumarísimo que acabó con esas cinco ejecuciones: la falta total de garantías, la negación a aceptar cualquier tipo de pruebas (muchas de la cuales hubiesen probado la inocencia de Xosé Humberto), y la aleatoriedad con que se se determinó quienes serían los cabezas de turco.

Ni la insistencia de la familia, que en un acto desesperado se dirigió por correspondencia al mismo Príncipe Juan Carlos, contestando éste que estaba fuera de sus manos; ni la fuerte presión extranjera, con protestas en toda Europa, retirada de embajadas o incluso una llamada personal del Papa Pablo VI al mismo Franco la noche anterior a la ejecución, fueron capaces de lograr el indulto. Mientras tanto, por las calles españolas imperaba ese clima de miedo, miedo a un régimen que quería morir matando, que se le iba el país de las manos. Así pues, cobran una connotación aún más fuerte las archiconocidas imágenes de la intervención de un Franco moribundo en la plaza de Oriente, coreado por cientos de incondicionales (o simplemente gente intimidada por ese clima de miedo), y defendiéndose, a duras penas, con temblores ya evidentes, de todas las acusaciones y condenas extranjeras, alegando todavía a esas alturas los caducos y pueriles postulados de la conjura masónica y la conspiración comunista.

La familia Baena todavía no ha conseguido justicia, pero lo seguirán intentando hasta el final. Tanto su incansable y valiente lucha como el arriesgado empeño de Dufour por enseñársela al público, en una coyuntura política que intenta huir, al contrario que en otros países, de las representaciones críticas del pasado más reciente, fueron dignos merecedores de unos calurosos y sinceros aplausos.

Ver ficha

No hay comentarios: