DIFÍCIL NO ESTAR
DE ACUERDO
Eloy Domínguez Serén
Probablemente la siguiente afirmación suene de lo más paradójica, pero creo que el mayor reproche que se puede hacer a Yo, también es que difícilmente puede no gustar y/o complacer. La película de Álvaro Pastor y Antonio Naharro conmueve, emociona, solidariza... Uno sale de la sala de cine sintiéndose un poquito más optimista, tolerante y vital que cuando entró. Como se suele decir, es un producto que funciona. Es así porque cada uno de los elementos del film ha sido seleccionado y dispuesto de modo que impide cualquier desacuerdo con sus argumentos. No hay segundas lecturas ni discusiones posibles y, a pesar de ser una obra innegablemente valiente, es lo bastante políticamente correcta como para evitar cualquier tipo de controversia.
Honestamente, creo que la sencillez con la que genera unanimidad esta película podría llegar a ser contraproducente en relación al mensaje que se pretende transmitir. Todo se nos ofrece ya digerido, de modo que nos limitemos a contemplar y asentir con la cabeza. Aquello que no requiere de un esfuerzo por parte del espectador difícilmente logra remover más allá de la superficie y las buenas intenciones se quedan… en eso, en sólo buenas intenciones.
En el aspecto social, por lo tanto, el mensaje es aceptado, compartido, apropiado, correcto… sin más. Sin embargo, en el plano cinematográfico Yo también está plagada de virtudes, comenzando, por supuesto, por su protagonista Pablo Pineda, vencedor del premio al mejor actor en la pasada edición del Festival de San Sebastián. Resulta pasmosa la capacidad de Pineda para meterse al espectador en el bolsillo desde la primera secuencia del film. El personaje de Daniel resulta fascinante por su vitalidad, optimismo y bondad, pero, por encima de todo, adoramos el exquisito sentido del humor de quien se define como un “síndrome de Down de los pies a la cabeza”. Su líneas de diálogo destilan ingenio, honestidad y picardía, pero también el dolor de quien lucha por ser respetado como cualquier otro semejante.
Por su parte, Lola Dueñas, también premiada en Donosti, está sensacional en su papel de mujer desencantada, herida y vacía. De hecho, el gran acierto de esta película es el buen gusto con el que hace creíble una trama que podría caerse por su propio peso, pero que, sin embargo, convence gracias al magnetismo de la pareja protagonista, maravillosa en las deliciosas escenas de intimidad, amistad y cariño mutuo que comparten a lo largo del film.
Título: Yo, también
Dirección: Antonio Naharro, Álvaro Pastor
Reparto: Pablo Pineda, Lola Dueñas, Joaquín Perles, Teresa Arbolí, Pepe Quero, Roma Calderón
Guión: Álvaro Pastor, Antonio Naharro
Fotografía: Alfonso Postigo
Montaje: Nino Martínez Sosa
Duración: 105 min.
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