“Callejeros: La Guerra de Irak” podría ser un buen título para esta interesante propuesta bélica, perteneciente a una tendencia naturalista de reciente eclosión, gracias a títulos como Redacted de Brian de Palma o la miniserie Generation kill, que tienen en el Golfo su escenario casi exclusivo hasta el momento.
Y es que para darle una vuelta de tuerca a la versión más pura del género, hacía falta desmarcarse de enfoques ya agotados, como el clásico épico-heroico (Patton) y su réplica desmitificadora (Banderas de nuestros padres), el más puramente antibélico (Senderos de gloria), el melodramático de corte intimista (Cartas desde Iwo-Jima, La delgada línea roja), el tétrico-paranoico (Apocalypse now, La chaqueta metálica) o el hiperrealista (Stalingrado o el primer acto de Salvar al soldado Ryan).
Si bien este film se distancia de algún modo de la ‘tradición’ naturalista, en la medida en que no contiene aparentemente ninguna dimensión denunciante, aparte de no estar basada directamente en hecho reales, como aquellos citados ejemplos. Dibuja a unos personajes que no pertenecen a los clichés del soldado comprometido con la causa nacional, las descerebradas máquinas de matar o las víctimas de una feroz esquizofrenia producida por el acecho de la muerte y la convivencia con el horror.