PORQUE ELLOS LO VALEN
Julio C. Piñeiro
Para qué negarlo: los ochenta están de moda. La crisis de ideas que impera desde hace varios años en la industria pesada hollywoodiense ha convertido el remake en una fórmula sumamente recurrente. Y parece que las películas de aquella década tienen prioridad en la lista de títulos que los estudios deciden revisar, homenajear y, muchas veces, destrozar. Pero en este caso no se trata de un remake.
Antes de nada, se debe tener en cuenta que el cine de acción más puro (y duro) tuvo en los ochenta su edad de oro: el de serie A arrasaba en las taquillas y el de serie B era un producto predilecto de las televisiones. A estas alturas, ya pasados tres decenios, las explosiones a cámara lenta, las armas de munición infinita, el héroe imponiéndose él solito, incluso sin armas, a hordas de cientos de lacallos sin nombre, han adquirido en el imaginario colectivo, en la cultura popular, un nivel de mito equivalente a los grandes paisajes de