SUNDANCE SE RINDE ANTERODRIGO CORTÉS
Eloy Domínguez Serén
A mediados de este enero, la influyente revista estadounidense Variety daba a conocer la lista 10 directors to watch, desde la que cada año se distingue a diez cineastas emergentes a los que seguir de cerca. Este año, por segunda vez desde que esta lista fue creada en 1996, un director español formaba parte del prestigioso elenco. Tras haber seleccionado al canario Juan Carlos Fresnadillo en 2002, Variety se ha fijado en esta ocasión en el gallego Rodrigo Cortés, uno de los grandes nuevos valores de nuestro cine.
Este ourensano de nacimiento y salmantino de adopción comenzó su carrera en el mundo del corto, la publicidad y el videoclip, antes de darse a conocer con 15 días (2001), el cortometraje más premiado de la historia del cine español. En 2007 debutó en el largometraje con Concursante (2007), una de las obras más virtuosistas, originales e ingeniosas de los últimos años.
Su segundo largometraje, Buried, fue la gran sensación de la reciente edición del Festival de Sundance, referencia mundial del cine independiente. Tal fue el éxito cosechado entre crítica y público por esta cinta que, apenas unas horas después de su estreno en Sundance, la compañía norteamericana Lions Gate había comprado ya los derechos de distribución de este thriller, tras pujar, entre otras, con la poderosa Fox Searchlight.
Te defines como un fanático del montaje, seña de identidad de tu obra. Sin embargo, también es característica de tu cine una brillante construcción de los diálogos y gags. Realizador, guionista, montador, compositor… incluso actor. Suena a cineasta total.
Suena a más de lo que es. Sencillamente concibo la narración cinematográfica en función de todas las herramientas de su vocabulario; cuando trabajo sobre una película imagino las escenas en su acabado definitivo, de modo que a menudo siento que comienzo a montar en el momento en que tecleo el guión al inicio del proceso. Y en el rodaje recojo la materia prima necesaria que me permitirá elaborar la tarta adecuada. Para mí son sólo fases de un único proceso narrativo. No creo que esta sea la forma en que deben hacerse las cosas, sólo es la forma en que yo las entiendo.
15 DÍAS y CONCURSANTE desmenuzan la dinámica del sistema financiero a través de puntos de vista casi opuestos. ¿Son ambas las dos caras de una misma moneda?
Son trabajos que elaboré en momentos diferentes y que no tienen una ubicación consciente en ningún opus soñado. Pero es cierto que el trabajo de uno a menudo acaba definiéndolo. Supongo que ambas reflejan una perspectiva vital y una opinión sobre el mundo, o sobre una de las caras del mundo. Y los extremos se tocan. Puestos a improvisar una trilogía innecesaria, yo sumaría DIRT DEVIL, seguramente el mejor cortos de aspiradoras de los últimos tiempos.
La premisa de BURIED sitúa la acción en un único espacio narrativo predominante. ¿Cómo desarrollarás tu virtuoso repertorio visual en el interior de un ataúd?
Mi único mérito fue considerar el ataúd como una localización cualquiera, sin encerrarme en límites mentales y tratando de mantenerme refractario al sentido común, de modo que se inventaron modos para desplegar cualquier recurso que ayudara al espectador a proyectarse en el interior del cerebro angustiado de Ryan Reynolds. Si hacía falta un plano con grúa, se inventaba el modo. Si hacía falta un travelling de acercamiento salvaje cámara al hombro para enfatizar una reacción ansiosa, se inventaba el modo. Hay movimientos que circundan por completo al personaje, cámaras que se vuelcan, filmaciones furtivas desde huecos privilegiados. O bien la cámara permanece estática durante cuatro minutos de diálogo emocionante. El sentido de la narración y la búsqueda de emociones específicas marcaron el camino.
Tal vez el personaje de ‘La Novia’ de KILL BILL pudiese dar un par de consejos a Ryan Reynolds sobre cómo salir de allí…
Seguro que sí. A mí me sirvieron. Está claro que Tarantino siente una preocupante fascinación por los enterramientos en vida (dedicó un capítulo completo de C.S.I. al asunto), que, en realidad, responde a un terror atávico presente en el hombre desde Dios sabe cuándo. Poe sintió esa fascinación. Hitchcock la sintió… Cuando vi la secuencia que mencionas en los Van Dyck, hace unos años, la consideré de inmediato como la mejor escena jamás filmada dentro de un ataúd. Era brillante y fascinante a partes iguales. Al volver a verla hace unos meses, me planteé: «han sido siete minutos magníficos, pero han sido siete; ¿estás seguro de poder prolongar esa agonía otros 85 minutos?».
¿Qué ha supuesto para ti la inclusión de tu nombre en la prestigiosa lista 10 DIRECTORS TO WATCH, de Variety?
Una cazadora, por lo visto, y un pequeño trofeo. Creo que me los dan en un par de días. Fuera de eso, no tengo ni idea. Nadie va a acercarse con un maletín repleto de billetes porque ha comprado el Variety esa mañana y ha sentido un impulso irrefrenable. En términos prácticos, te coloca durante un instante en un pequeño taburete que permite que la industria internacional se gire un instante hacia ti cuando alguien hace sonar la campana. Eso puede ser bueno y puede ser malo. Y puede ser irrelevante. Veremos…
Si citase entre tus influencias a Martin Scorsese, Thelma Schoonmaker, David Fincher o Chris Marker. ¿Qué tal iría encaminado?
Siempre he sentido una especial atracción por los directores «de montaje», en cuya lista puedes añadir a Eisenstein, Buster Keaton, Hitchcock u Orson Welles. Pero siento un entusiasmo equiparable hacia cineastas tan diferentes entre sí como Rohmer, Kubrick, Ophüls, Carpenter, Ozu o Walsh. Sólo hay dos géneros: películas buenas y películas malas. Y en realidad se me ocurren bastantes ejemplos de ambos tipos que disfruto sin complejos.
BURIED está arrasando en Sundance, gozando de la ovación de crítica y público. ¿Es posible mantener la serenidad ante una dinámica de euforia como esta?
Decidí afrontar el estreno con calma, sin expectativas concretas, huyendo de euforias o decepciones. Aún mantengo la calma. En realidad, lo vivo como si le estuviera pasando a otro. Es una sensación extraña.
La compra de los derechos de BURIED por parte de Lions Gate asegura una gran distribución a nivel internacional. ¿Es esta la mayor recompensa que un cineasta emergente puede obtener?
Imagino que, emergente o veterano, un cineasta siempre desea comunicarse con el mayor número de espectadores posible. No necesariamente gustarles, pero sí comunicarse. Y sin receptor, no hay comunicación.
Rodrigo Cortés se ha convertido en sinónimo de riesgo, originalidad e ingenio. ¿Con qué nos sorprenderás con tu próximo proyecto, RED LIGHTS?
No sé si sorprenderé a nadie, pero será una película muy rigurosa, con elementos sobrenaturales, acerca de cómo el cerebro humano no parece ser un instrumento fiable para interpretar la realidad. Espero tener la oportunidad de realizarla, nunca se sabe qué depara de verdad el futuro.
2 comentarios:
Muy buena la entrevista, este tío promete aunque habrá que ver hasta donde puede llegar, es díficil entrar en el mundillo pero aún lo es más afianzarse y luego mantenerse.
Gran entrevista. Sorprende tanta sensatez.
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