sábado, 3 de abril de 2010

BARTON FINK (1991) de Joel & Ethan Coen


HOLLYWOOD SEGÚN
LOS COEN

Blanca Paz García

Del mismo modo que Fellini sacó oro de una profunda crisis creativa logrando realizar su gran obra maestra Ocho y medio (Otto e mezzo, 1963), los hermanos Coen siguieron el mismo camino. Escribiendo el guión de la que llegaría ser una de sus películas más significativas, Muerte entre las flores (Miller’s Crossing, 1990) se vieron presos de un bloqueo creativo; entonces, en busca de soluciones, decidieron abandonar temporalmente este guión para escribir, sólo en tres semanas, Barton Fink. Gracias a este filme, no sólo consiguieron salir de la crisis creativa y terminar la escritura de Muerte entre las flores, sino que también lograron una obra de las más reconocidas de su filmografía: en 1991 en el Festival del Cannes Barton Fink se alzó con la Palma de Oroademás de los premios al Mejor director y Mejor actor. La omnipresencia de los Coen en este largometraje es evidente, como en todo lo que realizan: entre los dos se encargan de la producción, de la dirección, del guión y del montaje. De este modo, todas sus obras están impregnadas de un “aire Coen” inconfundible. En Barton Fink su presencia es evidente en la importancia de cada personaje. Para los Coen, sus películas son retratos de seres al margen de las convenciones sociales. A través de lugares concretos, en este caso el Hollywood de los 40, configuran a unos personajes cuya existencia está presente desde la propia puesta en escena.

En Barton Fink se narra la caótica existencia del protagonista que da nombre al filme: un escritor que, después de haber conseguido un éxito como dramaturgo en Nueva York, es llamado por un estudio de Hollywood para escribir un guión de una película de serie B. A pesar de que no le entusiasma la idea, acaba aceptando. Allí se encuentra totalmente fuera de lugar y trabajando en un guión sobre lucha libre, un tema que le resulta totalmente incompatible con su capacidad creativa. A partir de su llegada a California, Hollywood se convertirá en su condena. Pero Barton Fink no sólo trata sobre la crisis creativa de un escritor; ante todo, es una película de personajes, cuyos retratos muestran la visión personal de los Coen sobre la sociedad americana y, sobre todo, del Hollywood clásico. Sin embargo, estos personajes no son una creación absoluta de los directores de Arizona baby, sino que tienen sus referentes en el librode Otto Fiedrich La ciudad de las redes, un libro documental sobre Hollywood en la década de 1940.
Empezando por Barton Fink, un joven escritor que realiza un viaje del cielo, tras conseguir un importante éxito en Nueva York, al infierno, tras conocer poco a poco la cruda realidad hollywoodiense. Su mayor aspiración es hacer obras “ para el hombre común” sin embargo, su ego no le permite escuchar a la gente corriente que tanto podría enseñarle. Así se evidencia en la escena en la que conoce a Charlie, su vecino en el hotel. Él intenta contarle sus historias de “hombre corriente” pero Barton le interrumpe constantemente para hablarle sobre el arte y su obra. Él es un idealista, se considera un creador y defiende la teoría de que el artista debe escribir desde sus entrañas una vez que haya conocido el verdadero sufrimiento. Pues bien, precisamente ese es el camino, inesperado para él, que va a seguir hasta llegar al verdadero infierno en una imagen metafórica: el hotel en llamas es la máxima representación del territorio del diablo.
En este sentido, es inevitable asociar este filme con Los viajes de Sullivan (Sullivan’s travels, 1941) dirigida por Preston Sturges, en la que un director de éxito decide adentrarse en la pobreza y la miseria para conocer el verdadero sufrimiento y resurgir creativamente de él. El personaje de Barton Fink está inspirado en parte en Clifford Odets un dramaturgo de los años 30 de Nueva York que terminó escribiendo guiones para Hollywood. Respecto a esto, el mismo Joel dijo: "Ambos escribieron el mismo tipo de obras con héroes proletarios, pero sus personalidades son bastante diferentes. Odets fue mucho más extrovertido; de hecho, fue bastante sociable hasta en Hollywood, ¡y este no es el caso de Barton Fink!". No obstante, el personaje de Fink no se entendería completamente sin la presencia de su vecino en el hotel Charlie Meadows. Charlie es un hombre simpático y solitario que se dedica a vender seguros por todo Estados Unidos. Fink encuentra en él el hombre común que busca y para el que pretende escribir.
Sin embargo, no le presta atención a pesar de la gran ayuda que podía aportarle para el personaje principal del guión que tiene que escribir. La inmadurez del escritor que juzga sin escuchar se demuestra cerca del final de la película cuando se entera de que es su querido amigo quien ha asesinado a Audrey en su propia cama. La relación entre ambos es clave para entender el filme: mientras Barton trabaja con la mente, Charlie es el que actúa y le saca de apuros: se encarga del cadáver de Audrey cuando Fink es presa del pánico y acude a su rescate cuando el escritor se ve acorralado por los detectives.
W.P. Mayhew es le personaje que muestra otra de las facetas más importantes del cine: el escritor vendido a Hollywood y su cruel consecuencia. Mayhew se autodrestruye a través del alcohol que es su único alivio ante la imposibilidad de escribir. Tanto él como su secretaria y amante Audrey, entablan una relación familiar con Barton que acabará rompiéndose: el escritor no soporta que la maltrate y termina acostándose con ella la misma noche que es asesinada.
En un momento de la trama escuchamos: “El público quiere ver acción, aventura y mucha lucha libre. No quieren ver a un tipo luchando con su alma.Bueno, un poco, para los críticos. Pero no se hizo la miel para la boca del asno”. De esta manera explica la filosofía del Hollywood Jack Lipnick, el presidente de Capitol Pictures, la productora que contrata a Fink, que representa la figura del gran productor. Este personaje tiene, fundamentalmente, dos referentes: Jack Warner (Warner Bros.) y Louis Mayer (MGM). Es el ser omnipotente y los directores se encargan de representarlo como una especie de semidios: con su gran mansión, su gran despacho, su físico enorme y todo, incluído su pelo, blanco, acercándolo aún más a una visión divina. Dirige con autoridad a todos sus empleados considerándolos simples peones de su imperio. Los directores de Fargo, a través de este personaje muestran el poder excesivo de los grandes productores y las muchas almas de artistas con las que acabaron por no aceptar su sistema capitalista.
El hotel en el que transcurre gran parte de la acción es el otro gran protagonista. Los interminables pasillos, las húmedas paredes y el papel que se despega constantemente de las mismas forman una metáfora estética del estado de ánimo y de la visión del personaje. Su relación con el infierno es evidente: el número 6 se repite tres veces cuando Fink entra en el hotel. Abundan los planos contrapicados y el uso de angulares que conllevan una deformación del entorno como la que está produciendo dentro de la mente del escritor. Los sonidos se vuelven cada vez más desagradables, los colores más saturados ... todo esto lleva la explosión final del hotel en llamas: por fin Burton ha llegado al infierno al que en un principio deseaba descender. Sólo al final el personaje aterriza en su paraíso. Es la famosa escena del cuadro. Durante toda la película Fink se obsesiona con el único elemento decorativo de su habitación del hotel: un cuadro con una chica en el mar.
En la escena final, cuando logra salir del castigo eterno del hotel se encuentra en la playa californiana del cuadro donde encuentra a la misma chica y en la misma postura. Tras un breve diálogo vemos al escritor desde un plano en el que queda enmarcado como si fuera parte del cuadro. Así el espectador percibe una intensa incertidumbre sobre lo real y lo ficticio en la historia. Finalmente, Fink ha integrado a su musa imaginaria en us verdadera vida, como su única vía de salvación, del mismo modo que Woody Allen en el final de Desmontando a Harry (Deconstructing Harry, 1997) encontró su salida del infierno en su propio universo ficcional donde el escritor - creador encuentra su único hogar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta!!!