Julio C. Piñeiro
Pero la cosa funciona. Furia de titanes, blockbuster de acción convertido a las tres dimensiones a última hora (lo suficiente como para hinchar el precio de la entrada), se ha comido la taquilla de
El 16 de Abril es la fecha definitiva del estreno más esperado del año, del que se nos tiene haciendo la boca agua desde hace ya tiempo. Sí, se trata de Alicia en el País de las Maravillas, en flamante 3-D convertido, es decir, rodada en dos dimensiones, pero ya con vistas a la conversión. Está claro que se comerá los índices de recaudación: a día de hoy es la única amenaza seria al trono de Avatar. Ahora bien, el desafío será encandilar no sólo a los incondicionales de Tim Burton (que tachan ya los últimos días en el calendario) con su revisión del clásico literario a través de una Alicia ya adolescente, en un mundo fantástico cuya recreación nos llevará a una aventura estética de la que podemos salir incómodamente saturados, o dulcemente cautivados. Todo un test de calidad para el cineasta. Asimismo es la fecha elegida para el estreno pospuesto dos interesantes películas de autor: la chilena La nana y el docudrama musical Nadie sabe nada de gatos persas, del iraní Bahman Ghobadi, ambas procedentes de una exitosa trayectoria en el circuito de festivales.
En el siguiente fin de semana seguirá siendo terreno vedado de Alicia, incluso si las primeras impresiones son de decepción. Quien busque algo diferente está de suerte, ya que hay estrenos para todos los gustos. El más destacado es Fantástico Sr. Fox, donde Wes Anderson, uno de los cineastas estadounidenses más interesantes del panorama actual gracias a su estilo original, extravagante e irreverente tan reconocible, se pasa a la stop-motion para adaptar (con Noah Baumbach como co-guionista) la novela del todavía más irreverente Roald Dahl. Veremos si es capaz de impregnar con su inconfundible marca de la casa las fábulas de fauna animada, tal como ha hecho de manera tan sobresaliente con la tragicomedia familiar (Los Tenenbaums), la road-movie (Viaje a Darjeeling) o el falso documental (The life aquatic). La cosa promete: podemos estar ante la mejor adaptación para el cine de un texto de Dahl. Otra alternativa para ese fin de semana es la española Que se mueran los feos, comedia en ese tono esperpéntico y provinciano tan típico del humor nacional, con el sello de Nacho G. Velilla, creador de 7 vidas y Aída. Los que prefiráis el drama, la opción puede ser la francesa Villa Amalia, relato de un viaje catártico protagonizado por Isabelle Huppert.
El final de mes, con Alicia seguramente dando aún fuertes coletazos, vendrá muy cargadito de estrenos que darán que hablar. Los amantes del cine independiente estarán de suerte, ya que por fin llega a las pantallas The girlfriend experience, el último experimento del prolífico y polifacético Steven Soderbergh. Fue sin duda uno de los títulos más sonados de las pasadas ediciones de SEMINCI y Cineuropa, donde tuvimos oportunidad de verla. Pese a la disparidad de impresiones, se trata de un título a tener en cuenta (ver crítica). Por otro lado, y también con retraso, la británica Fish tank, drama de adolescentes en la línea de Ken Loach. El cine de autor europeo trae dos títulos con la temática común del drama de la inmigración: la bosnia Honeymoons, última Espiga de Oro, y la francesa Welcome, Mejor Guión en Gijón 2009.
Mayo. Mes de los blockbusters pre-estivales, que nunca faltan a su cita con el mercado. El más sonado, como todos supondréis, es la vuelta de Ridley Scott al género épico con su versión de Robin Hood, que supone ya su quinto trabajo con Russell Crowe, su actor fetiche, que tendrá en Cate Blanchett a una partner de lujo. Se proyectará en Cannes el 12 de mayo, y dos días después llegará a las salas de todo el mundo. La opción de la conversión a 3-D ha sido finalmente descartada, con lo que el veterano cineasta abordará de lleno su salto al relieve con la precuela de Alien, anunciada para 2011.
El final de mes ya nos ofrece un panorama más alentador. Al nivel más comercial, destaca la enésima adaptación de El retrato de Dorian Gray, por cortesía de Oliver Parker (que ya adaptó a Oscar Wilde con La importancia de llamarse Ernesto). El elegido para interpretar al dandy obsesionado con la eterna juventud es Ben Barnes (el Príncipe Caspian de Las crónicas de Narnia), acompañado en el reparto por el recientemente nominado al Oscar Colin Firth, Ben Chaplin y Rebecca Hall (Vicky Cristina Barcelona). Los irregulares directores Wayne Kramer (The cooler) y Antoine Fuqua (Training day) estrenan, respectivamente, Crossing over, película de historias cruzadas sobre la inmigración y el narcotráfico, al estilo de Traffic, con Harrison Ford, Ray Liotta y Ashley Judd; y Los amos de Brooklyn, thriller noir en el que tres policías de perfiles muy variopintos pero nada admirables (Richard Gere, Ethan Hawke y Don Cheadle) se verán sumidos en una feroz y violenta batalla contra el hampa y el narcotráfico, manejada desde la cárcel por su peligroso líder (Wesley Snipes). Intriga, violencia, drogas, corrupción y repartos contrastados son los elementos comunes de estas dos piedras de toque para sus directores.
La ración europea se antoja mucho más apetecible. Dos apuestas italianas diversas: I am love es drama silencioso y de distancias cortas que disecciona los recovecos del amor más irracional, dirigida por el esteta Luca Guadagnino (Melissa P.) y protagonizada por Tilda Swinton. En cambio Baarìa, candidata de Italia a los últimos Oscar, es un relato histórico que abarca un amplio período de tiempo, al modo de Novecento, La familia de Ettore Scola o La mejor juventud. Aquí, Giuseppe Tornatore (autor de obras muy diferentes entre sí), abordará de frente lo que en sus films más sonados (Cinema Paradiso, Malena) dejaba en la anécdota y el contexto: los profundos, turbios y reiterados conflictos sociales y políticos que se produjeron en Italia, y más concretamente en
Junio. La programación puede sufrir muchas variaciones, pero de momento, lo que hay, poca cosa. El sol aprieta, los exámenes ahogan, y el producto recurrente son las comedietas para adolescentes y parejas, como Killers o En la boda de mi hermana. También aterrizará la segunda entrega en la gran pantalla de Sexo en Nueva York, para los incondicionales de la serie. Siguiendo con películas derivadas de series, en esta ocasión más orientada al público masculino, una cierta nostalgia friki ochentera nos puede arrastrar, como un canto de sirena, a pagar una entrada por la increíble pero cierta adaptación a la gran pantalla de El equipo A, de la mano de Joe Carnahan (Ases calientes). Liam Neeson, Bradley Cooper (Resacón en Las Vegas), Sharlto Copley (Distrito 9) y el luchador Rampage Jackson se meterán en la piel de los mercenarios más divertidos de
En definitiva, un mes de transición hacia la temporada veraniega, terreno vedado de superproducciones y megataquillazos, pero siempre con alguna sorpresilla en la recámara. Pero bueno, eso ya es otra historia, que será contada cuando llegue el momento.
La visión global no es ninguna novedad: cine industrial de escaso techo, carente de ideas frescas y con la obligación de irse integrando lo antes posible en el explosivo fenómeno del 3-D vs. cine de autor internacional y productos indie con buenas o excelentes trayectorias en el circuito de festivales, lo que les sirve como un impulso cada vez más decisivo para colarse en la cartelera cada vez más pronto, con mayor respaldo mediático y más posibilidades de hacer una buena caja.
En fin, dejémonos de valoraciones, y apuntemos los viernes en nuestras agendas. Malo será que no haya algo que nos guste y no tengamos que vivir sólo de las grandes películas que se pueden ver en casa cuando uno quiera. Disfruten del espectáculo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario